Nuestro viñedo
Un universo - Un savoir-faire
Cada parcela recibe un tratamiento preciso y adecuado a su perfil. Cada cepa es un individuo que se beneficia de unas quince operaciones manuales y mecánicas a lo largo del año, una auténtica «agricultura de lujo». El Château de Camensac cubre 150 ha, 86 de las cuales se encuentran en producción. El resto se compone de bosques y praderas en las que pastan ovejas y corderos.
Una paleta geológica de suelos que guían la elección de las variedades de plantación:
- Gravas de Gunz del cuaternario
- Gravas villafranquianas del terciario
- Arcillas sobre calizas poco profundas
50 % Cabernet Sauvignon, 50 % Merlot
123 parcelas con la denominación Haut-Médoc
El estilo de nuestros vinos se explica por su situación geográfica, un microclima oceánico con inviernos suaves y veranos cálidos que favorece el buen desarrollo de las viñas y la maduración correcta de la uva, todo ello unido a un suelo de gravas profundas arrastradas por el río (gravas villafranquianas y gravas de Gunz).
Una bodega en consonancia con el viñedo
Se busca permanentemente la excelencia y la mejor expresión del terruño. Para complementar la excelente calidad del terruño es necesario el talento del viticultor, que cultiva y cuida cada parcela del viñedo. Una selección parcelaria cada vez más fina y el control de la vinificación nos permiten elaborar grandes vinos.
Se busca permanentemente la excelencia y la mejor expresión del terruño. Para complementar la excelente calidad del terruño es necesario el talento del viticultor, que cultiva y cuida cada parcela del viñedo. Una selección parcelaria cada vez más fina y el control de la vinificación nos permiten elaborar grandes vinos.
Un vino cargado no solo de historias antiguas sino también contemporáneas.
Las tradiciones son las herederas de los conocimientos, técnicas, competencias y creatividad de las generaciones pasadas. La innovación es la expresión de la creatividad y de las competencias de la generación actual, y constituye a su vez la aportación a las generaciones futuras. Al elegir el trabajo mecánico de los suelos, la agricultura integrada y la orientación hacia la agroecología, la tradición y la innovación no solo no se oponen sino que se nutren mutuamente.